Caminar por la Rambla no alcanza si su nariz está apagada. Tu perro necesita descompresión, no solo ejercicio físico.
El bulbo olfativo de tu perro es 40 veces más grande que el tuyo. Para él, oler es como para vos leer las noticias más importantes del día.
15 minutos de olfateo intenso equivalen a una hora de caminata rápida. Es un gimnasio mental que lo deja realmente relajado y satisfecho.
Obligarlo a caminar pegado a vos sin distraerse le impide procesar el entorno. Esa frustración se acumula y suele explotar cuando vuelven a casa.
Olvidate del collar de ahorque. Usá un pretal en forma de 'Y' y una correa de 3 a 5 metros para darle verdadera libertad de movimiento.
Al bajar la cabeza para oler, su ritmo cardíaco disminuye. Esto activa su sistema nervioso de calma y reduce drásticamente el cortisol.
El Parque Rivera o el Roosevelt son ideales. Hay menos ruido de tránsito y muchísimos más 'mensajes' químicos para que tu perro descifre.
Si se detiene 5 minutos en el mismo árbol, dejalo. En estos paseos el objetivo no son los kilómetros recorridos, sino la calidad de lo que huele.
Es al revés. Satisfacer su necesidad de exploración reduce su ansiedad por tirar de la correa. Un perro con necesidades cubiertas escucha mejor.
Si tu zona tiene mucha basura, usá un bozal de canasta. Le permite oler, jadear y beber agua tranquilo sin riesgos para su salud.
¿Tu perro no sabe cómo empezar a oler? Esparcí trocitos de comida en el pasto limpio. Eso 'enciende' su nariz y apaga su reactividad.
Es su derecho biológico. El paseo de descompresión transforma a un perro estresado en uno equilibrado. Tu paciencia hoy es su salud mañana.
Descubrí la guía completa con los mejores lugares de Uruguay y tips de expertos para un perro feliz.