Las guías de ración suelen sobrealimentar a tu mascota. Estás dándole comida de más sin darte cuenta.
Las tablas al dorso son promedios genéricos. No saben si vivís en un apartamento en Pocitos o si tu perro corre todo el día en el campo.
Es el Requerimiento Energético en Reposo: las calorías mínimas para que su corazón lata y sus pulmones respiren mientras descansa.
Para animales de 2 a 45kg usá esta fórmula: (30 x Peso en kg) + 70. Así obtenés las calorías base que no podés ignorar.
El RER es solo el inicio. Si tu perro está castrado o es sedentario, necesita mucho menos que uno que sale a correr con vos.
Jugar 5 minutos no es 'ejercicio intenso'. Si la mayor parte del día duerme, su metabolismo es bajo. Ajustá el multiplicador con realismo.
Las tazas fallan hasta un 20% según cómo se apriete el grano. Pasate a los gramos; una balanza de cocina es la única forma de ser exacto.
¿Le diste asado el domingo? Esas calorías cuentan. Los extras no deben superar el 10% del total diario para no romper el equilibrio.
Al castrarlos, su metabolismo baja rápido. Si no reducís la porción un 20% enseguida, el aumento de peso será inevitable y difícil de revertir.
Si los cálculos están bien pero no hay cambios, auditá a la familia. Siempre hay alguien dando premios a escondidas que arruina el plan.
Si el peso se frena, no sigas recortando comida. Aumentá la intensidad de los paseos por la rambla o el parque para reactivar su motor.
Esto no es obsesión, es cuidado preventivo. Menos grasa abdominal significa más años de juegos y menos visitas urgentes al veterinario.
Mirá la tabla completa de factores y el paso a paso para ajustar la dieta de tu mascota de forma profesional.