Forzar saludos está destruyendo su calma. La socialización tradicional es el error que te está costando la paz en cada paseo.
Creemos que saludar a cada persona y mascota es bueno. En realidad, le enseñas que el mundo es un carnaval de excitación sin límites que no puede controlar.
Si siempre saluda, el día que la correa lo detenga empezará a ladrar por frustración. Así nacen los comportamientos reactivos que arruinan tus salidas.
La verdadera meta es que ignore el entorno. Que el caos de un Costco un sábado por la mañana sea simple 'ruido blanco' para tu mascota.
Usa un marcador como '¡Sí!' cuando mire una distracción y luego te mire a ti. Premia su decisión de ignorar el mundo exterior voluntariamente.
Son el gimnasio perfecto. Tienen carritos ruidosos y gente, pero sin la energía descontrolada de un parque para perros. Es práctica real.
Si alguien pide acariciarlo, responde: 'Lo siento, estamos entrenando la calma'. Tu prioridad es proteger el espacio mental de tu mascota.
Si tu perro se queda congelado mirando por más de 3 segundos, estás muy cerca. Retrocede hasta que pueda volver a enfocarse en ti sin estrés.
No uses sus croquetas diarias. Para la neutralidad en lugares difíciles, usa pollo o queso. Solo lo obtiene cuando elige ignorar el entorno.
Castigar el ladrido solo aumenta el miedo. Gestiona el entorno: cruza la calle o cambia de dirección antes de que tu perro pierda el control.
Un perro neutral es bienvenido en cenas de Acción de Gracias y desfiles. La neutralidad es el pasaporte para una vida compartida sin estrés.
Esto no es convertirlo en un robot. Es darle la seguridad de que tú tienes el control, eliminando la ansiedad ambiental para siempre.
Obtén la lista completa de pasos para entrenar la neutralidad y recuperar la paz en tus salidas.