Tu cachorro valiente se volvió miedoso de la noche a la mañana. Si no actúas correctamente ahora, podría desarrollar una fobia de por vida.
Los periodos de miedo son ventanas biológicas donde la amígdala está en alerta máxima. Es un instinto de supervivencia natural que se activa de golpe para aprender qué es peligroso.
Ocurre entre las 8 y 11 semanas. Justo cuando llega a tu hogar, una sola experiencia negativa puede dejar una 'impronta traumática' que lo marcará siempre.
Entre los 6 y 14 meses, el miedo regresa. Ese perro que amaba el parque ahora le ladra a un hidrante de incendios o a un vecino sin razón aparente.
Consolarlo con voz aguda y preocupada solo confirma su temor. Tu mascota piensa: 'Si mi humano está asustado, entonces el peligro es real'.
Conviértete en el alma de la fiesta frente al objeto que le asusta. Si tú bailas, ríes y actúas despreocupado, su curiosidad vencerá al miedo.
Usa premios de alto valor cerca del objeto 'terrorífico'. Cambia la asociación de 'peligro' por una 'fiesta de snacks' inmediata.
Si está en su periodo de miedo, los fuegos artificiales pueden ser devastadores. Crea un santuario interior con ruido blanco para proteger su paz.
Su ventana es más corta: de las 2 a las 9 semanas. Si tienen experiencias traumáticas ahora, podrían volverse gatos huraños o agresivos de adultos.
Socializar no es lanzarlo al caos. Si hay mucho ruido de montacargas, quédense en el estacionamiento observando de lejos para que se sienta seguro.
¿Se asustó? No hay problema, siempre que vuelva a la normalidad rápido. Si el pánico persiste o deja de comer, busca ayuda de un experto certificado.
Guiar a tu mascota en estos periodos no es solo evitar fobias; es construir el vínculo de confianza más sólido que jamás tendrás con tu mejor amigo.
Mira nuestra guía completa de socialización y descarga la lista de chequeo para manejar periodos de miedo con éxito.