Si llegaste a la mitad de la bolsa y todo salió mal, no es el alimento. Es el muro biológico del 50%.
Muchos perros manejan bien la mezcla inicial, pero colapsan cuando las porciones son iguales. Su microbioma intestinal entra en shock metabólico.
Si notas heces blandas justo ahora, no avances. Quédate en esa proporción 4 o 5 días más hasta que su sistema se equilibre solo.
¿La diarrea persiste por 48 horas? Es momento de parar todo e iniciar una limpieza gástrica antes de que se inflame su intestino.
En Perú tenemos la cura natural. El zapallo macre hervido aporta fibra soluble que da consistencia a las heces de forma casi inmediata.
Prepara pollo hervido sin sal ni piel, arroz blanco y el puré de zapallo. Dale esto por 2 días para calmar la irritación interna.
Olvida la regla de los 7 días. Si tu perro es sensible, sube el alimento nuevo solo un 10% cada dos días. La paciencia es salud.
Si hay picazón o patas rojas además de diarrea, no es falta de costumbre. Tu perro podría ser alérgico a esa proteína específica.
No le des 2 platos grandes. Divide su ración en 4 porciones pequeñas. Esto reduce drásticamente el trabajo de su páncreas e hígado.
En climas como Lima o el Norte, la digestión es más lenta. El fraccionamiento evita que la comida fermente en su estómago por el calor.
Ayuda a sus bacterias buenas. Puedes encontrarlos en Superpet o veterinarias; aceleran la adaptación al nuevo alimento sin dolor.
Cambiar de alimento no se trata de seguir un calendario de una semana, sino de observar las heces de tu perro. Su salud real empieza en el intestino.
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