¿Acaba de llegar y no deja de temblar?

Traer a un rescatado a casa es un caos sensorial masivo. Sin una zona de descompresión, ese estrés acumulado puede convertirse en miedo crónico o agresividad.

Kylosi
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Huye de los claxons y la bulla

Busca un rincón interior en tu casa. En ciudades como Lima, el ruido de la calle es un enemigo constante. Tu nueva mascota necesita silencio absoluto, no el ruido de las mototaxis o la avenida.

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Usa límites, no encierros

Instala una reja de seguridad (como las de Sodimac). Esto le comunica visualmente: 'Aquí nadie te molestará'. Ni niños curiosos ni otras mascotas pueden invadir su santuario.

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El porcelanato es tu enemigo

El eco asusta a los animales estresados. Cubre el piso con alfombras gruesas o tapetes de goma eva. Menos rebote de sonido significa un corazón más tranquilo para tu perro o gato.

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Apaga las luces blancas fuertes

El parpadeo de los fluorescentes genera ansiedad. Usa luces LED de tono cálido y tenue. Ayúdale a recuperar su ciclo de sueño después del trauma del albergue.

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Basta de lejía y desinfectantes

El olor a químico fuerte es un ataque para su nariz sensible. Limpia su zona solo con productos neutros o enzimáticos. Su santuario debe oler a paz, no a laboratorio.

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El truco de las señales invisibles

Usa difusores de feromonas sintéticas. Son mensajes químicos imperceptibles para ti, pero que le dicen a ellos 'estás a salvo' de forma automática.

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Tu olor es su nueva ancla

Si ya confía un poco en ti, déjale una prenda de ropa que hayas usado. Tu olor familiar le dará seguridad cuando no estés cerca, vinculándote directamente con su bienestar.

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Comida y baño: la regla de oro

Nunca pongas su plato junto a su caja de arena o zona de baño. Mantener estos recursos separados por al menos 2 metros es vital para su higiene y tranquilidad mental.

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¿Se congela o intenta escapar?

Si jadea mucho o se esconde, baja aún más los estímulos. No fuerces la interacción. La descompresión real toma entre 3 y 7 días. Ten paciencia, su cerebro se está reseteando.

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La regla de las 48 horas

Si pasan 2 días y no come ni bebe agua, contacta a un veterinario o etólogo en Perú. No es capricho, puede ser un cuadro de ansiedad patológica que requiere ayuda profesional.

No es un rincón, es un cerebro sanando

La zona de descompresión no es un lujo decorativo. Es medicina preventiva para el sistema nervioso de tu mascota. Menos cortisol hoy significa un compañero equilibrado y feliz para toda la vida.

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