Un arnés mal ajustado puede dañar sus articulaciones para siempre. No es solo estética, es salud biomecánica fundamental.
Los perros no tienen clavícula. Sus escápulas están unidas solo por músculos. Si el arnés las bloquea, su cuerpo compensa y se lesiona.
Los arneses tipo 'Noruego' frenan el movimiento natural. Es como si tú intentaras correr con los brazos amarrados al pecho.
Busca diseños que liberen los hombros y se unan en el esternón. Es la única forma de proteger su tráquea y dejar que trote fluido.
En el Perú, cada marca varía. Mide siempre el cuello, el tórax y el esternón en centímetros para un ajuste real y seguro.
Si no puedes deslizar dos dedos planos entre la correa y su cuerpo, está muy ajustado. Si entran tres o más, podría escaparse.
Debe haber tres dedos de distancia tras la pata delantera. La fricción ahí causa rozaduras dolorosas en el clima húmedo de nuestra costa.
El polvo y la humedad acumulados en el arnés actúan como lija. Lávalo seguido para evitar hongos y dermatitis en tu mascota.
Si el arnés se sale por la cabeza al tirar hacia atrás, está mal configurado. Asegura la correa torácica para evitar tragedias en la calle.
Nunca ajustes el equipo si tu perro está sentado. Su cuerpo cambia de forma; la medida real solo se toma en posición de caminata.
Los perros crecen o cambian de peso. Además, el sol intenso del Perú debilita los broches de plástico. Inspecciona siempre antes de salir.
Un arnés perfecto no es el que mejor combina, sino el que respeta su anatomía. Paseos sin dolor significan años de vida saludable.
Mira nuestra guía paso a paso con las medidas exactas y modelos recomendados para perros en el Perú.