Las tablas de Ricocan o Mimaskot podrían estar sobrealimentando a tu mascota. El error genérico que causa obesidad.
Tu mascota es única. Un bulldog en San Borja no gasta la misma energía que un labrador corriendo por el Malecón de Miraflores.
Las guías comerciales suelen inflar las calorías necesarias. Sin saberlo, podrías estar dándole una ración extra de comida cada día.
El Requerimiento de Energía en Reposo (RER) es la base científica para saber cuánto debe comer tu mascota realmente.
La fórmula veterinaria es: 70 x (peso en kg)^0.75. Es el piso calórico para que sus órganos funcionen correctamente.
¿Está castrado o es un atleta? Multiplica el RER por su factor de actividad para obtener su requerimiento diario real.
En el calor de la costa o el frío de los Andes, el metabolismo cambia. Ajusta las calorías según la temporada y región.
Las tazas son imprecisas. Usa una balanza gramera digital. 10 gramos de más en un perro pequeño es un error grave.
Un pedacito de pan o sobras de la mesa pueden sumar 100 calorías vacías. Los premios no deben superar el 10% del total.
Palpa sus costillas cada dos semanas. Debes sentirlas sin presionar fuerte. Si hay mucha grasa, toca ajustar el cálculo.
Tu mascota envejece y su metabolismo cambia. Revisa estos números cada 6 meses con tu veterinario de confianza.
Alimentar no es llenar el tazón. Es nutrición de precisión. Dominar el RER es regalarle años de vida activa a tu mejor amigo.
Obtén la tabla completa de factores y aprende a leer etiquetas de Cambo, Hills y más en nuestra guía.