No es solo un paseo al OXXO. En un choque, lo que no está bien sujeto se convierte en un proyectil mortal. La física no perdona.
E=1/2mv². Si frenas en seco frente a un bache imprevisto, tu perro seguirá a la velocidad original hasta que algo (o alguien) lo detenga violentamente.
En México no existe una norma oficial para esto. 'Probado en choques' puede ser solo publicidad si la marca no muestra videos reales de sus pruebas.
Un extensor directo al collar es una trampa. En un impacto, toda la fuerza se concentra en su cuello, causando lesiones cervicales fatales al instante.
El nylon de un arnés barato se rompe como papel bajo fuerzas G. Necesitas poliéster de alta densidad, idéntico al de tu propio cinturón de seguridad.
Los broches de plástico se desintegran en milisegundos. Busca acero forjado. Si el gancho no es metal sólido, no aguantará el peso de tu mascota.
Si el conector es muy largo, tu perro golpeará el asiento de enfrente antes de que el cinturón se bloquee. El impacto es lo que mata, no el movimiento.
Los choques laterales son comunes en nuestras ciudades. Un solo punto de anclaje permite que el perro gire violentamente, destrozando sus articulaciones.
Las bolsas de aire son para humanos. Para un perro, el despliegue es como un golpe de mazo. Su lugar seguro siempre será el asiento de atrás.
Un buen arnés limita el movimiento lateral. Tu perro ya no se deslizará en cada vuelta, eliminando su estrés y tus distracciones al volante.
El Center for Pet Safety es el estándar real. Usan maniquíes con sensores biomecánicos. Si no hay datos técnicos, no hay seguridad real.
Un arnés de seguridad no es para que el perro 'se porte bien'. Es un sistema de retención que separa la vida de la tragedia en una fracción de segundo.
Mira la lista de arneses certificados y aprende a ajustar el equipo correctamente antes de tu próximo viaje.