Ese difusor de Amazon o Miniso podría estar dañando el hígado de tu michi o lomito sin que te des cuenta.
El vapor del difusor se asienta en su pelaje. Al lamerse para limpiarse, tu mascota traga químicos concentrados que saturan su sistema en pocas horas.
Los gatos no tienen la enzima para procesar fenoles. Aceites como canela o tea tree se acumulan en su sangre y pueden causar falla hepática aguda.
Evita a toda costa: Árbol de té, menta, pino y cítricos. Son altamente tóxicos y causan daños orgánicos rápidos en perros y gatos.
Las velas de parafina baratas sueltan hollín y partículas PM2.5. Es como si tu perro fumara pasivamente cada vez que las prendes en la sala.
Si tienes un Pug o Bulldog, el riesgo es mayor. Su sistema respiratorio ya es delicado y las fragancias sintéticas pueden asfixiarlos lentamente.
¿Babeo excesivo o camina como 'borracho'? La ataxia y la dificultad para respirar son alertas rojas de intoxicación por inhalación.
Su olfato es miles de veces más potente que el tuyo. Si se aleja cuando prendes el difusor, es porque el aroma le causa dolor, no relajación.
Mejor hierve rodajas de manzana con canela natural en la estufa. Huele delicioso, es económico y 100% seguro para todos en casa.
Busca velas de soya o abeja con pabilo de algodón. No emiten químicos de petróleo y son mucho más amigables con los pulmones de tu lomito.
Si le cayó aceite en el pelo, lávalo de inmediato con jabón para trastes como Salvo o Axion. El agua sola no eliminará el tóxico y se lo lamerá.
Este no es un problema de limpieza, sino de seguridad. Priorizar la salud hepática de tu mascota sobre un aroma ambiental es el verdadero cuidado responsable.
Mira la guía completa de aceites prohibidos y el protocolo de emergencia veterinario para salvar su vida.