No fue un accidente gratuito. Tu mascota no es "mala", su cerebro simplemente se quedó sin espacio para procesar más estrés.
Cuando tu mascota se asusta por los cohetes o el camión del gas, su cuerpo libera cortisol. Esta hormona tarda hasta 72 horas en desaparecer por completo.
Imagina que la paciencia de tu perro es una cubeta. Cada susto es una gota de agua. Si la cubeta ya está llena, la siguiente gota causará un desastre total.
El grito del 'fierro viejo', las motos y el timbre del repartidor de Amazon. Son micro-gotas constantes que llenan su cubeta sin que te des cuenta.
Quizás hoy solo intentaste acariciarlo mientras dormía o abriste una bolsa de Soriana. Pareció un evento pequeño, pero fue el límite de su sistema nervioso.
Aunque el perro parezca tranquilo 20 minutos después de un susto, su química interna sigue en alerta máxima. No ha bajado la guardia realmente.
¿Bosteza mucho sin tener sueño? ¿Se lame los belfos repetidamente? Son señales claras de que su cubeta está a punto de derramarse.
Si tu perro se sacude como si estuviera mojado después de un encuentro tenso, está intentando liberar presión. Respeta su espacio de inmediato.
¿Hubo pirotecnia anoche? Cancela las visitas y los paseos a parques concurridos por 3 días. Su cerebro necesita una limpieza química urgente.
Usa ruido blanco o cierra las ventanas para bloquear el ruido de la calle. Menos estímulos externos significan una recuperación mucho más rápida.
Regañarlo por gruñir es como tapar una olla de presión. Solo logras que el próximo estallido sea más rápido y sin previo aviso.
Un ataque 'imprevisto' es casi siempre la suma de 72 horas de micro-estresores acumulados. Entender su química es la mejor forma de proteger a tu familia.
Descubre la guía paso a paso para resetear el estrés de tu mascota y evitar accidentes graves en casa.