Si tu perro tiembla o tu gato se vuelve agresivo, no es normal. La ciencia ha evolucionado para que dejen de sufrir.
¿Hay gatos frente a perros ladrando? Una clínica moderna separa especies o usa horarios distintos. El estrés empieza antes de entrar a consulta.
Un olor químico fuerte satura su olfato y les asusta. Busca clínicas que usen difusores de feromonas (como Feliway) para darles calma.
El metal frío de la mesa les hace resbalar y entrar en pánico. Tu veterinario debe usar esterillas de goma o toallas mullidas para que pisen firme.
Si lo inmovilizan a la fuerza, huye. Un buen profesional usa contacto lateral y nunca bloquea su respiración ni sus movimientos de forma brusca.
Agarrar gatos por el pescuezo (scruffing) es una técnica obsoleta y dolorosa. Hoy se usan toallas tipo 'burrito' y mucha paciencia.
¿Tu perro prefiere el suelo? ¿Tu gato no quiere salir de su transportín? El veterinario debe adaptarse a ellos y bajarse a su nivel.
Un poquito de comida húmeda de alto valor hace maravillas. Si tu mascota está lamiendo algo rico, ni se enterará del pinchazo de la vacuna.
Si te piden que no desayune antes de la visita, es para que tenga más hambre de premios. Es planificación emocional, no crueldad.
Si tu mascota se bloquea o deja de aceptar chuches, hay que parar. Forzar solo garantiza que la próxima visita sea mucho peor.
Pregunta si son 'Cat Friendly' o tienen certificación 'Fear Free'. Los socios de AVEPA en España suelen estar al día en bienestar.
Un animal sin estrés permite diagnósticos reales. El miedo altera el corazón y la sangre. El bienestar emocional es clave para su salud física.
Descubre el checklist completo para evaluar a tu veterinario y conseguir que tu mascota vaya feliz.