Muchos perros en España sufren lesiones articulares silenciosas por un ajuste incorrecto. Evita que el paseo sea una tortura.
A diferencia de nosotros, los perros no tienen clavícula. Si el arnés bloquea su escápula, cada paso es un choque constante contra la tela.
Los modelos noruegos cruzan el hombro horizontalmente. Esto acorta su zancada y puede provocar artrosis prematura en codos.
Este diseño deja libre la tráquea y reparte la fuerza en el esternón. Es el más recomendado por fisioterapeutas veterinarios en España.
Ni muy suelto, ni muy apretado. Debes poder pasar dos dedos cómodamente por cualquier correa. Compruébalo antes de salir de casa.
El arnés debe estar a 3 o 4 dedos del codo. Si roza la axila, le saldrán llagas dolorosas en menos de diez minutos de paseo.
No te fíes del peso. Mide su cuello, tórax y longitud del esternón antes de ir a tiendas como Kiwoko o Tiendanimal.
Si no quiere caminar al ponérselo, no es cabezonería. Seguramente el material le pincha o le impide moverse con naturalidad.
En España pasamos de inviernos peludos a veranos con esquilado. El arnés que servía en enero no suele valer para agosto.
Si paseas por la costa, usa neopreno. Resiste la salinidad del mar y evita dermatitis por humedad en la piel de tu mascota.
Muchos funcionan apretando zonas sensibles. Si tira, usa la anilla frontal pero trabaja con un educador para no causar microlesiones.
Un arnés mal ajustado es una jaula invisible. El ajuste ergonómico es libertad de movimiento. Prioriza su anatomía hoy mismo.
Consigue la guía completa con medidas exactas y trucos para perros que se escapan del arnés.