Muchos dueños de mascotas en España, al pasear por los pasillos de Mercadona o Kiwoko, confían en una regla de oro: la carne debe ser el primer ingrediente. Sin embargo, esta confianza suele basarse en una táctica de marketing muy astuta. La división de ingredientes es una práctica legal pero engañosa que permite a los fabricantes desglosar componentes inferiores, como el maíz o los guisantes, en múltiples subcategorías más pequeñas. Al hacer esto, el peso individual de cada fragmento de cereal disminuye, permitiendo que la carne —que a menudo incluye un alto porcentaje de agua— ascienda artificialmente a la primera posición de la lista. Entender este mecanismo es fundamental para no dejarse engañar por etiquetas que prometen calidad premium pero entregan rellenos baratos.
¿Qué es exactamente la división de ingredientes en las etiquetas?
La división de ingredientes ocurre cuando un fabricante toma un ingrediente abundante y barato, como el maíz, y lo desglosa en varios nombres técnicos en la etiqueta. En lugar de listar simplemente 'Maíz', podrías ver 'harina de maíz', 'gluten de maíz' y 'maíz integral' distribuidos a lo largo de la lista. Según la normativa de etiquetado en la Unión Europea, los ingredientes deben aparecer en orden descendente según su peso antes del procesamiento.
Al dividir el maíz en tres componentes distintos, el peso de cada uno se reduce individualmente. Esto permite que el pollo o el buey, que suelen pesarse en su estado fresco (con un 70% de agua que desaparecerá tras la extrusión), parezcan ser el ingrediente principal. Si sumaras todos esos fragmentos de maíz, verías que el cereal supera con creces la cantidad de proteína animal real en el saco de pienso. Esta táctica es especialmente común en marcas de gama blanca o económicas que buscan proyectar una imagen de alta calidad.

El truco del agua: Por qué el pollo fresco no siempre es mejor
Para detectar la trampa, debemos entender la diferencia entre 'pollo fresco' y 'harina de pollo'. En España, es muy común que las marcas destaquen el uso de carnes frescas para atraer al consumidor. El problema reside en que el pollo fresco contiene mucha agua. Durante el proceso de fabricación del pienso (extrusión), esa agua se elimina.
Si una etiqueta muestra 'Pollo (20%)' seguido de cuatro tipos de cereales divididos que suman un 30%, el pollo es el primer ingrediente solo sobre el papel. Una vez que el producto se seca para formar la croqueta, ese 20% de pollo fresco se reduce a un escaso 5-7% de proteína real. Por el contrario, los ingredientes secos como los cereales o las legumbres no pierden peso. Al final del día, tu perro o gato termina comiendo una dieta basada principalmente en carbohidratos, a pesar de lo que sugiere el diseño del envase en el lineal de El Corte Inglés.

Cómo identificar la trampa: Palabras clave y patrones
Para ser un comprador experto, debes buscar patrones en la lista de ingredientes. Si ves dos o tres variaciones de la misma fuente de carbohidratos entre los primeros cinco o seis ingredientes, estás ante un caso claro de división de ingredientes. Los culpables más habituales son el maíz, el trigo, los guisantes y las patatas.
Presta atención a términos como:
- Maíz: Harina de maíz, gluten de maíz, sémola de maíz.
- Trigo: Harina de trigo, salvado de trigo, gluten de trigo.
- Guisantes: Almidón de guisante, harina de guisante, fibra de guisante.
Si sumas mentalmente estos porcentajes o posiciones, a menudo descubrirás que el 'relleno' constituye el 60% o más del producto. En España, las normativas de la FEDIAF exigen transparencia, pero permiten estos desgloses técnicos siempre que los ingredientes sean nutricionalmente distintos, algo que las marcas aprovechan al máximo para mejorar su posición competitiva en el mercado.

Solución de problemas: ¿Qué hacer si tu pienso actual utiliza esta táctica?
Si al leer este artículo te das cuenta de que el pienso que compraste en Tiendanimal utiliza la división de ingredientes, no entres en pánico. No significa necesariamente que el alimento sea 'tóxico', pero sí que podrías estar pagando un precio de gama alta por ingredientes de gama media. El primer paso es evaluar el estado físico de tu mascota: ¿su pelaje está brillante?, ¿sus heces son firmes?, ¿tiene energía?
Si decides cambiar, no lo hagas de golpe. Realiza una transición gradual durante 7-10 días mezclando el alimento viejo con uno nuevo que tenga una lista de ingredientes más honesta (donde se use 'harina de carne' o 'carne deshidratada' en lugar de términos vagos). Si notas que tu mascota tiene digestiones pesadas o alergias cutáneas, es una señal clara de que el exceso de rellenos divididos está afectando su salud. En estos casos, buscar marcas con 'etiqueta limpia' que agrupen sus ingredientes es la mejor inversión a largo plazo.

Cuándo consultar con un veterinario nutricionista
Aunque aprender a leer etiquetas es un gran paso, la nutrición animal es compleja. Existen casos donde ciertos rellenos son necesarios por razones médicas específicas. Si tu mascota tiene patologías previas, como problemas renales o diabetes, la proporción de carbohidratos y proteínas es crítica y debe ser supervisada por un profesional en España.
Debes buscar ayuda profesional si tras cambiar a un pienso 'mejor' (según la etiqueta) notas pérdida de peso, letargo o vómitos. Un veterinario nutricionista podrá explicarte si la división de ingredientes en una dieta específica tiene un propósito funcional o es puramente comercial. Recuerda que la seguridad alimentaria es lo primero; nunca introduzcas suplementos o cambies drásticamente la dieta de un animal enfermo sin una validación clínica profesional.
FAQ
¿Es ilegal que las marcas dividan los ingredientes en España?
No es ilegal. Según el Reglamento (CE) nº 767/2009 de la UE, los fabricantes pueden listar los ingredientes por su nombre técnico específico. Si el gluten de maíz y la harina de maíz son productos distintos, pueden listarse por separado, lo que permite el truco de marketing.
¿Es mejor la harina de carne o la carne fresca?
La harina de carne es carne a la que ya se le ha extraído el agua, por lo que su peso en la etiqueta es más representativo del contenido proteico final. La carne fresca suena mejor, pero al perder el agua durante el proceso, su presencia real en la croqueta es mucho menor.
¿Cómo puedo saber el porcentaje real de carbohidratos?
La mayoría de las marcas no listan los carbohidratos. Puedes calcularlo sumando los porcentajes de proteína, grasa, humedad, cenizas y fibra, y restando ese total de 100. El resultado es el porcentaje aproximado de carbohidratos o almidones.
Conclusión
La división de ingredientes es un recordatorio de que en la industria del pet food, el marketing suele ir un paso por delante de la nutrición. No permitas que una imagen bonita de un filete de ternera en el saco te impida leer la letra pequeña. Al identificar tácticas como el desglose de cereales y entender el impacto del peso del agua en la carne fresca, recuperas el poder como consumidor. Tu mascota depende totalmente de tus decisiones de compra para su salud a largo plazo. La próxima vez que visites tu tienda de confianza, tómate un minuto extra para sumar esos ingredientes divididos; tu compañero te lo agradecerá con una vida más sana y enérgica. Si tienes dudas, un nutricionista veterinario será siempre tu mejor aliado para descifrar la verdad tras la etiqueta.
Referencias y fuentes
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