Muchos propietarios en España se limitan a leer la tabla impresa en el saco de pienso comprado en Mercadona o El Corte Inglés para decidir cuánto alimentar a su perro o gato. Sin embargo, estas recomendaciones son solo estimaciones generales que no consideran la individualidad biológica. Para optimizar la salud de tu compañero, es fundamental conocer el Requerimiento Energético en Reposo (RER). El RER representa la energía mínima que el cuerpo de un animal necesita para mantener funciones vitales básicas como la respiración, la circulación y la digestión mientras está en calma. Entender y aplicar este cálculo es el primer paso para combatir la creciente epidemia de obesidad canina y felina en nuestros hogares, permitiéndote tomar el control total sobre la nutrición de tu mascota de forma científica y personalizada.
¿Por qué las guías de alimentación comerciales suelen fallar?
Las tablas que encontramos al dorso de los envases de comida para mascotas están diseñadas para un 'animal promedio'. El problema radica en que el promedio rara vez coincide con la realidad de tu perro o gato. Factores como el clima de Sevilla en verano, que puede reducir la actividad, o los largos paseos por la Sierra de Guadarrama, que la aumentan, no están contemplados en esas cifras genéricas. Además, el metabolismo varía drásticamente según la edad y si el animal está esterilizado.
Confiar ciegamente en estas guías suele llevar a una sobrealimentación crónica. Los fabricantes a menudo calculan las raciones basándose en animales jóvenes y activos con metabolismos rápidos. Si aplicas esa misma cantidad a un Bulldog Inglés que prefiere la siesta en un piso de Madrid frente a un Border Collie que corre kilómetros a diario, el resultado para el Bulldog será, inevitablemente, el sobrepeso. La nutrición de precisión requiere mirar más allá del plástico y entender las matemáticas metabólicas detrás de cada cuenco de comida.

La fórmula del RER: El cálculo matemático paso a paso
Para determinar el Requerimiento Energético en Reposo de tu mascota, la veterinaria moderna utiliza una fórmula alométrica que es mucho más precisa que las versiones simplificadas. La fórmula estándar es: RER = 70 x (peso corporal en kg)^0,75. Aunque pueda parecer compleja por el exponente, es la forma más fiel de representar cómo el gasto energético no aumenta de forma lineal con el peso; un perro de 40 kg no necesita exactamente el cuádruple de energía que uno de 10 kg.
Para realizar este cálculo en casa, puedes usar la calculadora de tu móvil en modo científico. Primero, eleva el peso de tu mascota a la potencia de 0,75 y luego multiplica ese resultado por 70. Por ejemplo, para un perro de 10 kg: 10 elevado a 0,75 es aproximadamente 5,62. Al multiplicar 5,62 por 70, obtenemos un RER de 393 calorías al día. Este número representa lo que tu perro quemaría si estuviera descansando todo el día en el sofá, sirviendo como la base fundamental sobre la que añadiremos otros factores de estilo de vida.

Factores de mantenimiento: Ajustando la energía al estilo de vida
Una vez obtenido el RER, debemos calcular el Requerimiento Energético de Mantenimiento (REM). Esto se hace multiplicando el RER por un factor que depende de la etapa de vida y actividad. Por ejemplo, un perro adulto castrado suele tener un factor de 1,6, mientras que un perro entero (no castrado) puede subir a 1,8. Si tienes un perro de trabajo o uno que realiza deporte intenso, el multiplicador puede llegar hasta 3,0 o más.
Es vital ser honestos con el nivel de actividad. Un paseo de 20 minutos con correa por el barrio no se considera 'actividad alta'. En España, muchos perros urbanos tienen un estilo de vida sedentario, por lo que usar un factor demasiado elevado es la causa principal de la obesidad. Para los gatos, los factores suelen ser más bajos, situándose generalmente entre 1,2 y 1,4 para adultos esterilizados. Ajustar este multiplicador es lo que permite que la dieta sea verdaderamente personalizada, evitando que los nutrientes se conviertan en depósitos de grasa innecesarios.

Resolución de problemas: ¿Qué hacer si el cálculo no parece funcionar?
Si has calculado las calorías y tu mascota sigue ganando peso o, por el contrario, parece estar siempre hambrienta y pierde condición corporal, es hora de ajustar. El primer paso es verificar la condición corporal (BCS) utilizando la escala del 1 al 9. Si no puedes sentir las costillas de tu perro al pasar la mano suavemente por su costado, es probable que necesite un ajuste a la baja en su factor de mantenimiento.
Otro problema común son los 'extras'. En la cultura española, es habitual compartir un trozo de jamón o pan durante nuestras comidas. Estos extras pueden sumar fácilmente 100 calorías adicionales que no están en tu cálculo del REM. Si notas que tras dos semanas de seguir tu nuevo plan no hay cambios positivos, reduce el factor de mantenimiento en un 10%. Si el animal muestra letargia o pérdida de pelo, consulta inmediatamente con un veterinario, ya que podría haber un problema metabólico subyacente, como hipotiroidismo, que afecta el gasto energético independientemente de la dieta.

De la teoría a la práctica: Pesaje y consistencia en el hogar
Calcular las calorías es solo la mitad del trabajo; la ejecución diaria es donde se gana la batalla de la salud. Es imperativo abandonar el uso de 'tazas' o 'vasos medidores' de plástico, que pueden variar hasta en un 20% en volumen dependiendo de cómo se asiente el pienso. La única forma precisa de alimentar a tu mascota según su RER es utilizando una báscula de cocina digital. Pesa la ración diaria total en gramos y divídela en las tomas correspondientes.
Recuerda también que si cambias de marca de pienso, la densidad calórica variará. Un pienso de alta gama puede tener 4000 kcal/kg, mientras que uno más económico podría tener 3200 kcal/kg. Siempre debes mirar la etiqueta para ver cuántas kilocalorías por kilogramo (kcal/kg) aporta el producto y hacer la regla de tres simple con tu objetivo de REM diario. Esta precisión asegura que, independientemente de lo que haya en el comedero, tu mascota reciba exactamente la energía que su cuerpo requiere para prosperar.

FAQ
¿Es la fórmula del RER la misma para perros y gatos?
Sí, la fórmula base (70 x peso^0,75) se aplica a ambas especies para calcular el metabolismo basal. Lo que varía significativamente son los factores de mantenimiento por los que se multiplica ese resultado, siendo generalmente más bajos en gatos debido a su comportamiento metabólico único.
¿Cómo afectan los premios o 'chuches' al cálculo diario?
Los premios deben representar como máximo el 10% de las calorías totales diarias del REM. Si tu perro necesita 500 kcal y le das 100 kcal en premios, debes restar esas 100 kcal de su ración de pienso principal para evitar el aumento de peso.
¿Debo usar el peso actual o el peso ideal en la fórmula?
Si tu mascota tiene un peso saludable, usa su peso actual. Sin embargo, si tiene sobrepeso u obesidad, es fundamental consultar con un veterinario para usar un peso objetivo seguro en el cálculo, ya que reducir las calorías drásticamente basándose en un peso ideal lejano puede ser peligroso.

Conclusión
Dominar el cálculo del Requerimiento Energético en Reposo es una de las herramientas más poderosas que tienes como tutor de una mascota. Al alejarte de las recomendaciones genéricas y abrazar la precisión matemática, estás invirtiendo directamente en la longevidad y vitalidad de tu perro o gato. La nutrición no es estática; es un proceso dinámico que debe evolucionar con tu compañero. Te recomendamos revisar estos cálculos cada seis meses o tras cambios importantes como una mudanza o una esterilización. Ante cualquier duda sobre la salud metabólica de tu mascota o si planeas un cambio de dieta radical, consulta siempre con un veterinario colegiado o un nutricionista canino/felino para asegurar una transición segura y saludable.
Referencias y fuentes
Este artículo se ha redactado utilizando las siguientes fuentes:

