Un arnés mal ajustado puede dañar sus articulaciones para siempre. No es solo un accesorio, es la salud de su mejor amigo.
Busque siempre la forma en 'Y' vista desde el frente. Permite que los omóplatos se muevan con total libertad. Si no hay 'Y', hay restricción y dolor.
Esa banda horizontal que cruza el pecho bloquea el paso natural. Su perro se ve obligado a acortar su zancada, lo que daña su columna a largo plazo.
El pelo engaña, especialmente en razas de la Sierra. Use la regla de los dos dedos: deben deslizarse cómodamente entre la correa y el cuerpo.
Deje un espacio de 4 dedos tras las patas delanteras. El roce constante causa llagas, más aún con el calor y la humedad de Guayaquil.
El centro de la 'Y' debe reposar sobre el hueso central del pecho. Si queda muy arriba, presionará la tráquea y causará tos o asfixia.
La correa abdominal jamás debe presionar las costillas flotantes. Son piezas delicadas que no están hechas para soportar la presión del tiro.
Crecen más rápido de lo que cree. Un arnés que ajustaba bien hace 15 días hoy podría estar frenando su desarrollo óseo. Revise cada semana.
En el tráfico de la 10 de Agosto, un susto es fatal. Para perros que se zafan, use un arnés de tres puntos. Es imposible de quitar por accidente.
La radiación UV en Quito debilita el plástico. Revise los broches semanalmente. Use materiales transpirables para evitar el sobrecalentamiento.
Si su perro se resiste al arnés o camina 'de lado', no es terquedad. Es una señal clara de incomodidad o dolor físico. ¡No lo ignore!
Un ajuste correcto no se trata de cómo se ve el arnés, sino de cómo se mueve su perro. Proteja su biomecánica hoy para evitar facturas veterinarias mañana.
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