El cerebro de un animal recién llegado está inundado de cortisol. Sin una zona de calma, el estrés puede volverse crónico.
El cambio de ambiente activa el estrés máximo. El cortisol tarda hasta 72 horas en bajar tras el rescate. Su mascota necesita un 'botón de reinicio'.
Necesita un lugar de tráfico cero. En departamentos chilenos, la logia cerrada o un segundo dormitorio son ideales para el silencio total.
El piso flotante resbala y asusta. Instale un mat antideslizante de Sodimac o Easy. La estabilidad física ayuda a la estabilidad emocional.
Use cortinas blackout para bloquear el ruido de las micros y la luz fuerte. El objetivo es un ambiente que induzca al sueño profundo.
Los desinfectantes fuertes estresan su olfato. Use limpiadores enzimáticos sin aroma. Menos químicos equivalen a una mascota más relajada.
Deje una polera vieja suya en su camita. Su olor familiar crea un vínculo de confianza sin necesidad de contacto físico invasivo inicial.
Busque difusores como Adaptil o Feliway en Petpa o Tiendapet. Son señales invisibles que le dicen a su mascota: 'aquí estás a salvo'.
No fuerce juegos ni visitas durante los primeros 3 días. El silencio y la previsibilidad son las mejores medicinas para un sistema nervioso alterado.
Si tras 48 horas no come o jadea sin parar, busque un etólogo clínico. En Chile, la consulta experta ronda los $40.000 a $70.000 CLP.
¿Ya duerme relajado? Abra la puerta. Permita que explore el pasillo por 10 minutos. Si se asusta, su zona segura siempre estará disponible.
Crear esta zona no es dejarlo solo; es darle el espacio biológico necesario para que aprenda que su nuevo hogar en Chile es un lugar de paz.
Vea la lista completa de materiales y el protocolo paso a paso para recibir a su mascota sin traumas.