Si tenés un perro de pelo largo, como un Caniche, un Golden Retriever o un Doodle, probablemente sientas que lo cepillás todos los días y, aun así, el peluquero termina encontrando nudos. Esto sucede porque la mayoría de los dueños realizan un cepillado superficial. El cepillado por capas es la técnica técnica definitiva que separa el pelo desde la piel hacia afuera, permitiendo remover el subpelo muerto antes de que se convierta en un bloque impenetrable conocido como 'fieltro'. En esta guía, te enseñaremos cómo dominar esta habilidad técnica para que el manto de tu compañero luzca impecable y, sobre todo, saludable.
Dominar el cepillado por capas no solo mejora la estética, sino que previene problemas dermatológicos graves. Cuando el pelo se enreda cerca de la piel, impide la ventilación, atrapa la humedad y puede causar infecciones o dermatitis que suelen pasar inadvertidas hasta que es necesario rapar al animal por completo.
El error del cepillado superficial y el fenómeno del fieltro
Muchos propietarios en Argentina utilizan cardinas o cepillos comunes de forma rápida, deslizando la herramienta solo por la parte superior del manto. Esto crea una falsa sensación de suavidad. Debajo de esa capa superficial 'linda', los pelos muertos se entrelazan con los nuevos, formando nudos apretados pegados a la piel. En peluquería canina, a este nivel de enredo extremo se lo denomina 'pelting' o fieltro.
El problema del fieltro es que actúa como una alfombra compacta que tira de la piel del perro en cada movimiento, causándole dolor crónico. Además, en climas húmedos como los de Buenos Aires o el Litoral, estos nudos retienen agua después de un paseo bajo la lluvia o un baño mal secado, convirtiéndose en el caldo de cultivo ideal para hongos. Entender que el cepillado debe comenzar desde la base del folículo es el primer paso para cambiar la salud capilar de tu mascota.

Herramientas esenciales: ¿Qué comprar en la veterinaria?
Para realizar un cepillado por capas efectivo, no necesitás una valija llena de productos, pero sí las herramientas correctas. La estrella absoluta es la cardina (o slicker brush). Buscá una que tenga cerdas metálicas finas y con una ligera inclinación. En Argentina, podés encontrar marcas internacionales o nacionales de buena calidad en cualquier pet shop o veterinaria de barrio.
La segunda herramienta, e igual de importante, es el peine de acero (o 'peine de mantequilla'). Este debe tener dientes largos y redondeados para no lastimar. El peine no es para cepillar, sino para verificar tu trabajo: si el peine se traba, todavía hay un nudo. Por último, un spray acondicionador o desenredante es vital. Nunca cepilles el pelo seco, ya que la fricción puede romper la fibra capilar y generar más nudos a futuro. Un atomizador con agua y un chorrito de acondicionador canino funciona perfecto como opción casera económica.

Guía paso a paso para la técnica de cepillado por capas
La técnica consiste en trabajar de abajo hacia arriba. Comenzá por las patas traseras. Con una mano, levantá una sección de pelo hacia arriba, exponiendo una 'línea' de piel. Con la otra mano, usá la cardina para cepillar hacia abajo esa pequeña porción de pelo que quedó suelta. El movimiento debe ser corto y suave, evitando 'raspar' la piel con los dientes metálicos.
Una vez que esa pequeña franja de pelo fluye sin resistencia, soltá un poquito más de pelo de la mano que sostiene y repetí el proceso. Estás creando 'líneas' horizontales de trabajo. Es un proceso metódico que requiere paciencia. Si encontrás una resistencia, no tires. Usá el spray desenredante, trabajá el nudo con los dedos abriéndolo hacia los costados y luego pasá la cardina. Una vez terminada una zona, pasá el peine de acero desde la raíz. Si el peine pasa de largo, esa sección está terminada con éxito.

Zonas críticas y frecuencia recomendada
No todas las partes del cuerpo se enredan igual. Las zonas de mayor fricción son las 'zonas rojas': detrás de las orejas (donde el perro se rasca), las axilas (por el roce al caminar), la zona del collar o pretal y la base de la cola. En estas áreas, el cepillado por capas debe ser diario o al menos tres veces por semana. En Argentina, durante el invierno, el uso de saquitos y capas para el frío acelera drásticamente la formación de nudos por el roce constante de la tela.
Para el resto del cuerpo, una sesión profunda dos veces por semana suele ser suficiente si el perro tiene un largo moderado. Sin embargo, si tu perro disfruta de correr por el pasto o ir a plazas, aumentá la frecuencia. Recordá que un perro mantenido correctamente con esta técnica no sufrirá en la peluquería canina, evitando el estrés de sesiones de desmotado largas y dolorosas que a menudo terminan en un rapado al ras que deja al animal desprotegido del sol y el clima.

Resolución de problemas: ¿Cuándo ir al profesional?
A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, los nudos ganan la batalla. Si al intentar realizar el cepillado por capas notás que el peine no entra en absoluto o que el bloque de pelo está tan cerca de la piel que no podés verla, es momento de detenerte. Tironear de un nudo compacto puede causar hematomas en la piel o cortes accidentales si intentás usar tijeras en casa. Nunca uses tijeras de cocina para cortar nudos; la piel del perro es muy elástica y es extremadamente fácil cortarla sin querer.
Si el perro muestra signos de dolor evidente, agresividad defensiva o si la piel debajo del nudo se ve roja o irritada, consultá con un peluquero canino profesional o tu veterinario de confianza. Un profesional evaluará si es posible salvar el manto o si lo más ético para el bienestar del animal es realizar un corte higiénico. No te sientas culpable; aprender esta técnica es un proceso y lo más importante es que tu mascota no sufra. Después del rapado, el pelo crecerá sano y podrás empezar de cero con tu nueva rutina de cepillado.

Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo lleva hacer un cepillado por capas completo?
Depende del tamaño y tipo de manto, pero para un perro mediano con pelo largo, una sesión completa puede llevar entre 30 y 45 minutos. Lo ideal es dividirlo por zonas y hacer una parte cada día para no estresar al perro.
¿Puedo usar cualquier acondicionador de humanos?
No es recomendable. El pH de la piel del perro es diferente al de los humanos (más neutro). Usar productos humanos puede causar sequedad e irritación, lo que a la larga debilita el pelo y facilita la formación de nudos.
¿Qué hago si mi perro no se queda quieto?
Empezá con sesiones muy cortas de 2 minutos y premiá con snacks de alta calidad (como trocitos de pollo). La idea es que asocie el cepillado por capas con una experiencia positiva. Nunca lo fuerces si está muy estresado.
¿Es necesario cepillar por capas si mi perro tiene el pelo corto?
No es estrictamente necesario bajo el mismo concepto, pero en razas de pelo corto con mucha muda (como el Labrador), un cepillado profundo ayuda a remover el pelo muerto y mantener la piel sana, aunque no se formen nudos de fieltro.
Conclusión
El cepillado por capas es una inversión en la calidad de vida de tu perro. Al principio puede parecer una tarea tediosa, pero una vez que domines el movimiento y veas los resultados —un manto brillante, esponjoso y sin dolorosos nudos— se convertirá en un momento de conexión especial con tu mascota. Recordá que la clave es la constancia y el uso de las herramientas adecuadas. Si mantenés esta rutina, las visitas a la peluquería canina serán mucho más placenteras y tu perro te lo agradecerá con salud y bienestar. Ante cualquier duda sobre la salud de la piel de tu compañero, recordá siempre consultar con un médico veterinario matriculado.
Referencias y fuentes
Este artículo fue investigado utilizando las siguientes fuentes:

